Doce. Son doce. Ya están todos.
Mesa Frigorífico Sofá Silla Armario Lámpara Cama Inodoro Estantería Televisor Espejo Fogón
Doce espíritus que habitan nuestras casas. Benévolos, traviesos, resentidos y condenados. Más cercanos que las constelaciones o los animales míticos. Éstos sí que nos influyen, no lo dude; día a día, ahí están. Existen, los puede comprar, tocar y limpiar. Tienen deseos, impulsos, amarguras. Piénselo detenidamente: ¿y si fuera así? ¿Qué le hace pensar que un mueble es un elemento inerte que no suma ni resta? Forma parte del continuo de la realidad aunque se haya hecho la ilusión de que usted mismo acaba en la piel. La magia no existe, dice.
¿A qué mueble se encomendará?, ¿de cuál resguardarse?, ¿en qué mueble se ha convertido usted?
Hola,
ResponderEliminara mi me gustaría ser un espejo, eso de copiar la realidad sin mancharse esencialmente con ella me golosea pero creo haberme ido convirtiendo en un fogón "El fogón es la naturaleza amputada".
en fin ... gran serie
Ojo, el espejo es zen a la fuerza, verse desposeído de la propia identidad no es plato de buen gusto.
ResponderEliminarPero si usted me dice que se ve reflejado/a en un fogón... eso es preocupante. No debería ser así.
Yo hablo todos los días con un espejo. Se ha convertido en mi mejor amigo y mi peor enemigo.
ResponderEliminarLa palabra de verificación es PYRADRA. En fin...
PYRADRA. Vaya...
ResponderEliminarCreo que la siguiente entrada no será nada mística ni paranoide. Una cosa graciosa de pasar el rato. Se me va la cabeza y encima tengo la osadía de pedirles que se dejen arrastrar. Ay, señor.
Pues fíjese que lo del inodoro no lo veía yo tan mal, ¿deja usted inodoro para pasarse a espejo?
Sigo siendo inodoro, a mi pesar y para alivio de los que me rodean. Solo que siento una atracción fatal por los espejos que lo reflejan todo.
ResponderEliminarUsted nos quiere atrapar en una secta o algo así, ¿no?... ¡Pero los múltiplos de 6 molan!
ResponderEliminarDefinitívamente me quedo/convierto/encomiendo en cama.
Es el vehículo perfecto para un viaje astral.
El peor la tele. No tiene karma, sólo kaka.
Bueno, usted sabrá.
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