viernes, 27 de diciembre de 2013

Le enmienda de Concepción Jiménez



-Por favor, les pido… les ruego silencio. Señores, venga, por favor… gracias.

Preside la simpática actriz y cantante María Isabel, elegida durante 4 años seguidos por mayoría absoluta. El aplauso de los asistentes deja muy claro cuanto se la quiere en este país.

-Venga, ahora mismito hago comparecer a la ganadora de la enmienda anterior, Concepción Jiménez, ¡sonido proyectado para Concha!. ¿Qué tal Concha?

-Bien, bien.

-Vamos a recordar que María Concepción es licenciada en derecho relativista y actualmente trabaja en un colegio herméticode La Obra, vamos que es profe. ¿Esta es su quinta comparecencia ¿no?, ¿no es cierto Concha?

-Sí, María Isabel. Cinco. Cinco ya.

-Nada menos que cinco comparecencias, ¿no está nerviosa Concha?.

-Vaya, un poco.

-Venga, a ver si con un poco de suerte, ¿eh?. A ver si ganamos la sexta.

-A ver, a ver…

-Mucha suerte entonces. Pues vamos a conocer al aspirante. Se llama Antonio Maneiro, tiene 23 añitos nada más, ¡pero bueno, qué jovencito!. Ha estudiado imagen y sonido y trabaja en una asesoría estética. ¡sonido proyectado para Antonio!

-¿Qué tal María Isabel?, estás muy guapa.

-Hombre gracias. Te veo muy contento Antonio. No te fíes, no te fíes, que Concha se las sabe todas, ¿eh?

-Bueno, bueno, se hará lo que se pueda.

-Así me gusta Antonio, con espíritu deportivo, a ver si nos seleccionan para estas olimpiadas, ¿eh?.

-Eso, que ya toca.

-Pues muy bien Antonio, salao, ¡suerte para ti también!. Sepamos ahora que nos preocupa a los españoles. ¿Atenea, puedes ayudarnos?

Desde el techo del Senado se proyecta la holografía que presenta los temas ya tratados en anteriores comparecencias y unos cubos que contienen un interrogante. Unos gráficos de pirámides invertidas representan las solicitudes que ha recibido cada uno de esos temas por parte de la población. Una voz femenina y casi humana presenta los resultados a medida que se descubren los interrogantes.


-----Buenas tardes. Estos son los temas más solicitados por los ciudadanos del estado español en la 174ª comparecencia, a 15 de Junio de 2062:
Política exterior: protocolo de evacuación del Pacífico Sur. 35%.
Economía: turismo subacuático e impacto ambiental. 42%.
Asuntos sociales: legalización de la pederastia en las redes de información. 61%.-----

-Bueno, Concha, tú eres la ganadora de la anterior comparecencia así que a ti te corresponde elegir uno de los tres temas candentes. ¿Quieres que Atenea nos repita los resultados?

-No hace falta María Isabel. Asuntos sociales: pederastia.

-Vaya, vaya, que ya veo que lo tienes muy claro Concha. Pues nada, nada. Antonio, ya ves que Concha parece muy tímida pero… ¿eh, tienes miedo?

-Lo normal.

-¡Muy bien Antonio! Pues nada, os dejo redactar vuestras enmiendas. ¿Tratadme bien a Atenea, eh?

Antonio y Concepción son envueltos en una leve niebla que surge justo debajo de sus pies. Se trata de un aislante dentro del cual pueden dictar un proyecto de enmienda a Atenea, la inteligencia central del Senado. Atenea presenta información relevante, así como advierte a los candidatos de las incompatibilidades que su enmienda presenta con otras leyes de forma instantánea. Sugiere soluciones a esos conflictos y alternativas para alcanzar los objetivos que cada candidato resume en pocas palabras. También es capaz de hacer un balance de las consecuencias más inmediatas en caso de adoptar una hipotética medida.

La rápida comunicación con Atenea, tres veces más que en una conversación convencional y su fiable ayuda en la toma de decisiones, acorta la deliberación en el plazo máximo de una hora, después del cual la niebla se disipa.

-Pasó el tiempo, ¡sonido proyectado!. Bueno, Antonio, te hemos visto muy serio, como muy preocupado, ¿no?

-Sí, bueno, es que no es nada fácil ¿eh?.

-Hombre, pues claro que no lo es. ¿Y a usted Concha, le ha sido muy complicado o ya está acostumbrada?

-Vaya, no mucho. Es que esta vez lo tenía bastante claro antes de entrar.

-Ay que ver Concha, estamos todos expectantes completamente ¿eh?, pero no te pongas tan seria mujer.

-Perdona María Isabel, es que con estos temas...

-Pues también es verdad Concha, porque tenemos que recordar a los que se acaben de incorporar en sus terminales que estamos tratando de regularizar la pederastia practicada a través de las redes de la información, o sea, de Internet, para que nos entendamos todos. Y con el tema de los niños no se juega, porque los niños son el futuro, recordemos.

Y bueno, pues estamos impacientísimos por saber lo que se han estado diciendo ahí dentro, con nuestra Atenea. Vamos primero con la proposición de Antonio, nuestro joven estilista que además es muy guapo, para que veas que yo también te piropeo.

-Hombre gracias.

-Acércate aquí, aquí conmigo Antonio. Pido silencio, por favor, caballeros, si son tan amables, silencio…

-----Proyecto de Enmienda de Antonio Maneiro Casares, en la 174ª comparecencia, a 15 de Junio de 2062:

Las penas por pederastia no consentida y denunciada por los tutores se endurecerán en un 35% en concepto de aislamiento preventivo y paraccesits económicos. La víctima podrá prestar declaración para exculpar al acusado siendo su declaración preferente sobre la de los totores. La víctima podrá prestar declaración para culpar a sus tutores legales no sólo en caso de abuso sexual o consentimiento de abuso sexual sino en cualquier caso de explotación emocional, social, laboral o sexual; activamente o por omisión, sin un plazo máximo después de la consumación del delito. La declaración, en caso de tratarse de un menor de edad, deberá ser revisada por un adulto especializado que tramitará la denuncia en su nombre y se responsabilizará de sus consecuencias junto con el menor. Esta figura recibirá el nombre de “apadrinamiento procesal”. No se podrá invadir la privacidad digital, física, aúrica o biónica, excepto en caso de fundadas sospechas según lo especificado en el reglamento policial Capítulo 8º Renglón 45º. No hay más variación según lo anterior.

Existe una incompatibilidad. El menor hasta ahora no podía anteponer una denuncia en su propio nombre.-----

-Vaya Antonio, sólo una incompatibilidad con ese pedazo de enmienda ¡Casi se le acaban las pilas a nuestra biónica!. Ja, ja, ja… bueno, bueno, pues no está mal tu enmienda, muy bonita, no está mal. Te felicito y, pues nada, a ver si tienes suerte, ¿vale?

-Gracias maja.

-¡Tú sí que eres majo!, ja, ja. Pues nada, vamos con nuestra Concha que ya es nuestra amiga, ¿verdad Concha?.

-Sí, sí...

-Bueno, no te pongas tímida ahora que te hemos visto muy decidida con Atenea. Ponte conmigo mirando hacía los señores senadores, así. Atenea, te escuchamos:

-----Proyecto de Enmienda de Concepción Jiménez Trujillo, en la 174ª comparecencia, a 15 de Junio de 2062:

Se rastrearán todas las memorias biónicas y binarias de cada ciudadano español y se procederá a la inmediata castración de todo aquel que posea archivos cuyo referente sea un modelo menor de edad desnudo totalmente y/o mostrando sus genitales y/o nalgas ya sea real o virtual. 

Existen incompatibilidades con el reglamento policial, las buenas prácticas de privacidad en entornos biónicos y binarios, cuatro de los artículos fundamentales de la constitución de 2036 y con tres derechos humanos aprobados en el tribunal de Nueva Zelanda.-----

El silencio que se le atraganta a la presidenta se rompe por unas pocas palmadas de apoyo aisladas que pronto se ven reforzadas por el aplauso procedente de algún sector del público.

-Concha, ¿Es esta tu declaración, verdad?

-Sí, en efecto, claro.

-Vaya, vaya ¿Y qué tal con Atenea, te ha aconsejado tomar esa decisión?

-Vaya, sí. Bueno, no. Es que una máquina no me fío yo…

Los aplausos van contagiándose hasta propagarse por todo el perímetro del Senado circular en un emocionante proceso de dos minutos durante los cuales la presidenta se suma al aplauso mirando fijamente a los ojos de María Concepción.

-Madre mía Concha, ¡madre mía!. Debo decirte que eres la ponente con más cojones que ha pasado por aquí. Sí señor, yo siempre he pensado que discutir con una biónica estas cosas es una, vamos, que es una gilipollez con perdón. Ya estaba hasta el coño de tener que aguantar… me estoy emocionando… ¡Eres una tía con cojones Concha!.

-Gracias, gracias.

-Pero oye, ¿no crees que la medida es algo discriminatoria? Quiero decir, y si la pederasta es una mujer, ¿cómo la castramos?

-Eso ya me lo ha dicho Atenea, pero es completamente absurdo, María Isabel. Toda mujer es una madre en potencia y una madre jamás haría algo así a un niño, sería antinatural.

Se redobla la ovación. Algunos senadores se levantan de sus asientos y extienden los brazos hacía adelante. Lo hay que lanzan besos con la mano para María Concepción. El estruendo se prolonga por más de tres minutos. Antonio se marcha del Senado sin que nadie lo advierta. María Concepción rompe a llorar en medio del círculo, emocionada. 

-¡Orden, orden!. Venga por favor, señores, ¡orden, orden!. Silencio.

Vamos a proceder a abrir el plazo de recepción de apoyos a cada una de las dos propuestas. La de Antonio, recuerdo que consistía en la creación de una figura legal: “la adopción procesal” y el incremento en un 35% de las penas y la de Concha consiste en castrar a los violadores de niños. El plazo para votar… ¡señores, por favor!

Los aplausos insisten como un perro que no se quiere sentar y ladra sin venir a cuento: 
CON-CEP-CIÓN…CON-CEP-CIÓN…CON-CEP-CIÓN…CON-CEP-CIÓN… María Isabel se concede unos segundos para enjuagarse las lágrimas y recolocar su quebradiza voz ante el proyector de sonido.

Les recuerdo que durante las votaciones está rigurosamente prohibido manifestar la predilección por una de las dos propuestas o su resultado será nulo, ¿de acuerdo?… aquellos ciudadanos que dispongan de ¡silencio! de una licencia crática pueden emitir su apoyo a través del Terminal. El plazo se abre ¡ahora!

Los senadores callan pero se sincronizan golpeando el respaldo de las butacas con el mismo ritmo que llevaban antes al corear, en una amortiguada letanía que dura los diez minutos del interludio de recepción de apoyos. TOFP-TOFP-TOFP…TOFP-TOFP-TOFP… María Isabel no puede evitar imitar el gesto dándose palmaditas en el muslo.

-A ver… a ver… ¡que ya está! Pues creo que está muy claro ¿no? Con un total de ¡qué poco abstencionismo, madre mía! …de 28.564.234 votos, ¡Concepción Jiménez Trujillo gana por un 87% de los votos!. ¡Silencio!, ¡Silencio, por favor, señores, por favor!, ¡Calma, calma!.

Los senadores no obedecen y la presidenta debe esperar entre molesta y risueña con la mirada fija en María Concepción que se siente como esas actrices antiguas que salían a saludar hasta tres veces según había contado, sin poder contener las flores en su escote, con las lágrimas negras de rimmel y las uñas tan largas que no podían ni sujetar la rosa roja que se cae por una manga de un vestido con cola larguísima, dorado, con mucha pedrería, aunque en este caso, María Concepción era libre de dar un puñetazo al aire capaz de redoblar los vítores que le dejan reblandecida y húmeda como una ostra abierta y se olvida de lo ridícula que está gritando algo ininteligible con toda la fuerza de su llorera y su carcajada y su furia ¡y qué más da la debilidad de las piernas que le tiemblan y los pulmones que se le queman al hiperventilarse y qué importa los oídos que le zumban y la consciencia que se le marchita entre los focos!

Al despertarse, la presidenta reinicia el proceso:

-¡Silencio, por favor, silencio! ¿Ha pasado algo irregular en el proceso, Atenea?

-----Durante el proceso de apoy…-----

-Así pues, en el círculo del senado de Marina D´ors, a 15 de Junio de 2062, yo, María Isabel López Rodríguez, presidenta del Estado Español, ¡declaro la propuesta de Concha aprobada por mayoría absolutísima!

En menos de tres minutos, se suceden 31 mutilaciones en el senado y 4.945.867 en todo el Estado Español. Muy pocas personas mueren gracias al eficaz protocolo sanitario propuesto por Martirio Escobar y aprobado el 16 de Febrero de 2057.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Mi Hamster



Era un adolescente depresivo. Mi padre me impuso el cuidado de dos hamsters recién nacidos que, suponía el buen hombre, iban a ejercer una acción terapéutica. Dos bolas blancas y temblorosas, apiñadas como un solo organismo. Ahí estaban, ajenos a su papel, confusos y hambrientos. No recuerdo el nombre que les puse. No lo usé para referirme a ellos ni para hablarles a través de los barrotes. Eran hamsters y con eso bastaba.

Su jaula era un dúplex con desván cubierto, habilitado para dormir. Abajo se concentraba el biberón de agua, el cazo de pipas y las ofertas de ocio: rueda y algodón. El piso medio resultaba inútil. Al observar su actividad diaria me preguntaba cómo les podía merecer la pena seguir viviendo. Pero, obstinadamente, crecían.

A pesar del espacio de sobra, los hamsters nunca aprendieron a convivir. Acumulaban comida cada cual en su rincón e iniciaban reyertas cada vez que sentían su propiedad amenazada. Uno solía orinar encima del otro cuando estaba dormido. Cuando sus pequeños dientes amarillos maduraron, compitieron por conquistar el territorio hasta que el más fuerte causó una infección a su hermano que resultó mortal. El hamster Caín quedó traumatizado y cada vez que pretendía acariciarle me regalaba una hilera de caquitas.

Consideré que si él había sido tan cruel no se merecía un trato especialmente amable. Invitaba a mis vecinitos y le martirizábamos cariñosamente hasta agotar las ideas. Algunas de las mejores eran las pruebas de gimnasia deportiva, el lanzamiento a las cortinas o el diluvio universal. Sus infructuosos intentos de escapar o esconderse nos hacían reír aunque después de cada sesión debía limpiar las caquitas desperdigadas por toda la habitación.

Aunque el hamster fraticida bebía el agua que le daba y meaba en las piedras que cambiaba, no parecía sentir la menor lealtad hacía mí. Por la noche se escuchaba un frenético repiqueteo. Cuando me levantaba y encendía la luz el animal, lejos de disimular, redoblaba esfuerzos para roer los barrotes de aluminio. Alguien me aclaró que sólo lo hacía para evitar que los dientes al crecer le atravesaran el cráneo. Pero yo sabía que quería escapar porque siempre mordía la misma zona que nunca se desgastaba. Como estaba claro que jamás lo lograría, dejé de levantarme por la noche.

Pero le subestimé. Una mañana descubrí que el techo del ático, de ocumen, estaba perforado. No logró abrir un agujero suficientemente grande pero unas horas más hubieran bastado. Torpemente, coloqué un cómic grueso, encuadernado en tapas duras, encima del orificio. Eso no frustró sus intentos. En dos noches más la tapa de ocumen estaba completamente perforada así como el cómic y el tubo de desagüe del lavavajillas que quedó inservible.

Mis padres, tras descubrir al fugitivo agazapado debajo de los muebles de cocina, me reprendieron duramente delante de él. El hamster homicida, el hamster mezquino, con su cerebro de hamster, burló mi vigilancia. No lo maté. Seguí alimentándole, dándole agua y cambiando su material hediondo. Le dejé en paz unos días mientras preparaba un desafío a la medida de su inteligencia.

Inspirado en una película preparé con todo tipo de materiales un laberinto infinito para la escala de un hamster, desplegado por el suelo de la habitación. Hasta ahora su supervivencia había sido fácil, parasitaria. Ya que presumía de tener una inteligencia tan avanzada, debía ganarse el agua y la comida. Se acabó su confortable dúplex y la esclavitud a la que me tenía sometido.

Seis pipas en cada extremo. Un poco de agua que iba cambiando de lugar. La geometría del laberinto era permutada cada día. Algunas pipas eran cáscaras vacías, algunos cuencos de agua estaban saturados de sal. Sobre algunos pasadizos había palancas que dejaban caer chinchetas y si tropezaba en algunos tramos caerían pesos encima de su cabeza. Algunos callejones sin salida se bloqueaban y era imposible volver atrás.

Mantuve este sistema de entrenamiento aproximadamente durante una semana tras la cual el parásito se rindió. Apenas se movía, ni siquiera trataba de escapar cuando le cogía con la mano. Un velo blanco le cubrió uno de sus pequeños ojos rojos.

Decidí que por fin había educado a mi mascota. Le devolví a su dúplex ahora que podía agradecer la buena vida que les estaba proporcionando. Al día siguiente estaba inmóvil, con el mismo tipo de infección que provocó a su hermano, una descomposición maloliente que invadía sus cuartos traseros. Pasó todo el día durmiendo y resultó difícil determinar a qué hora murió. 

lunes, 16 de diciembre de 2013

Mutación en las señoras: el cuerno ilíaco.

El otro día una señora de mediana edad aprovechó mientras me agachaba a por la mochila para quitarme el asiento en el metro. Un asiento que me pertenecía legítimamente porque llevaba esperando delante de él cinco paradas. La señora fue increíblemente rápida, no hubo nada que pudiera hacer. Ella acababa de llegar al vagón y acechaba a una considerable distancia. Varias personas, en teoría, debían impedirle el paso hasta colocar sus nalgas en ese asiento. Pero en una décima de segundo, cuando alcé la cabeza, la señora estaba ahí, agarrando el bolso con ambas manos, mirando hacia arriba como si nada hubiera pasado.

He pensado mucho en este suceso tan desconcertante. Creo que las señoras que son capaces de usurpar desde lejos los asientos en el metro, abriéndose paso entre la gente, con tal rapidez, poseen una estructura anatómica especial. Creo que se trata de una nueva mutación favorecida por la lucha por el asiento en el transporte público. Yo lo llamo: el "cuerno ilíaco".

Aquí tienen una recreación:


El cuerno ilíaco es una prolongación de la cresta ilíaca ordinaria, unas cuñas que sobresalen del hueso de la cadera por los laterales. Aunque usted crea ver un trasero grande y fofo, ¡cuidado!, eso no es grasa. Se trata de estructura ósea, dura y resistente que embiste contra las multitudes y las aparta a los lados, como el rompehielos de un barco. También permite alcanzar altísimas velocidades cuando las señoras se desplazan lateralmente, merced a su forma aerodinámica.

Si convive con una señora y sospecha que haya mutado de esta manera, intente palpar con disimulo su cadera. Si detecta la anomalía trate el tema sutil pero firmemente. El cuerno ilíaco no es motivo de preocupación per se pero requiere de cierta responsabilidad.

¿Cree usted que la sociedad está preparada para el advenimiento del cuerno ilíaco?

lunes, 9 de diciembre de 2013

Teoría de la caída de las especies.

Los seres vivos, en general, son muy de caerse. Las plantas, sujetas al suelo con las raíces, han desarrollado mecanismos para canalizar su tendencia a precipitarse como el fruto maduro, las semillas volanderas o el otoño. En el caso de los animales esta tendencia está mucho clara ya que nada les impide hacer con su cuerpo lo que les apetece de verdad: caer. Es revelador el testimonio de los llamados "dueños de mascotas". Fueron descubiertos en 1823 por el antropólogo H. Walter Parker. Los dueños de mascotas procuran sustento básico al animal y además le ponen nombre, le hablan y le hacen cucamonas.

Estos dueños de mascotas, en entrevistas grabadas, refieren como sus animales gustan de tirarse desde el balcón o desde el tejado, aún a riesgo de su integridad física. "Para Puqui el hecho de caer es más importante que su propia vida" -cita textual del documental "Puqui, la princesa de la casa"-.

En el caso del ser humano la cultura ha reprimido, o al menos camuflado, nuestro instinto primario. Aún así, todo el mundo ha comprobado que los niños ante una ventana abierta o un balcón sin rejas sienten un irresistible impulso de abrazar el vacío. Por eso, en los primeros años de vida, nuestro cuerpo está compuesto de goma en un 83%. También en el lenguaje cotidiano han quedado vestigios de esta pulsión. Para mostrar agrado hacia alguien decimos: "me caes bien" o "me quiero tirar a ése". O cuando celebramos una súbita toma de conciencia que nos hace sentir felices decimos: "ya caigo".

Comer, reproducirnos y caer son las funciones básicas de cualquier organismo. Sólo las especies que han sabido caer han trascendido la mera anécdota paleontológica.

Repasemos algunas de las estrategias exitosas:

BACTERÍAS, INSECTOS, MIGAS DE PAN Y ARÁCNIDOS
Su pequeño tamaño hace que puedan adherirse cómodamente y aprovechar cualquier accidente en el terreno. Su caída, en realidad, es un riesgo controlado, en algunos casos, un riesgo ridículo.


AVES
Millones de especies de aves se extinguieron pero el esfuerzo mereció la pena. Nuestra perspectiva antropocéntrica llamó a su éxito "volar". Pero lo que las aves perseguían con afán era no parar de caerse. Para lo que nosotros es "remontar el vuelo", para las aves es "caer hacia arriba".


MAMÍFEROS
Los mamíferos en general no innovaron demasiado en la lucha por la caída. Simplemente le dieron una pátina esteticista. Pero quería dedicar esta entrada a mis amigos M. y A.


HOMÍNIDOS, PRIMATES Y MONITOS
Un caso excepcional fueron los primates. Desarrollaron el concepto de "prensil". Mano prensil, cola prensil y un buen número de posibilidades prensiles para evitar el impacto contra el suelo. Como esta estrategia no siempre funcionaba su cerebro asoció caída con excitación sexual por lo que las muertes por politraumatismo se compensaban con los nuevos embarazos.

SER HUMANO
Sustituyó el natural instinto de "caída" por el producto cultural llamado "especulación inmobiliaria". Un sucedáneo muy alejado de una sana caída pero que sustituye eficazmente la sensación de vértigo, velocidad y golpe contra el suelo.


EXTINCIÓN DE LOS DINOSAURIOS
En base a este nuevo paradigma, he aquí la hipótesis más plausible para explicar la desaparición de estos grandes e inestables reptiles.


Desde nuestro blog, queremos hacer un llamado a los Gobiernos para que regularicen y estimulen la caída así como su inclusión en la Carta de los Derechos Humanos.

Firme aquí abajo.