jueves, 2 de enero de 2014

7 reglas de oro para tu blog

Advertencia acerca de la Advertencia: El párrafo escrito en rojo no implica que no crea en la inteligencia del lector, de hecho, el resto de la entrada está escrita dando por hecho que el lector es sobradamente inteligente. A pesar de que era consciente de que esa advertencia estropeaba el chiste, he preferido eso al riesgo de que las intenciones fueran malinterpretadas y hacer daño a alguien que, sin importar cuán inteligente sea, podría sentirse ofendido.

Advertencia: Esta entrada no es alusiva a nadie en particular. No les voy a engañar, me he fijado en algunas cosas de aquí y de allá, sobre todo de aquí, pero tan exageradas que no son reflejo de la realidad. Es ficción, repito: ficción. El propósito es fundamentalmente lúdico, no tengo ni idea de blogs y sólo espero que aquí se lo pase bien. Excusatio non petita acusatio manifesta, dicen. Ya. No aclaras a tiempo y luego pasa lo que pasa. Que me siento culpable una semana y ando mendigando el perdón, ¿saben de lo que hablo? A mí me afecta mucho, no sé a ustedes. Bueno, creo que esto excede la mera advertencia. Mejor lo dejo aquí. Síntesis, síntesis, me han aconsejado siempre. Y no aprendo, oiga, qué verborrea.





7 REGLAS DE ORO PARA TU BLOG

1. Mantén siempre la ironía.

No cometas la debilidad de expresar tus sentimientos o descargarte. No estropees la atmósfera con un brote de espontaneidad ni consientas que te traten por tu nombre de pila. El blog es un espacio artístico, no un centro de apoyo ni una despedida de solteras. Puedes usar tus emociones como materia prima pero procésalas lo suficiente como para que sean irreconocibles. La sinceridad es para tu madre. Métetelo en la cabeza: tú eres especial y todo lo demás sólo es base para tus singulares comentarios.

2. No muestres inseguridad.

¿Sospechas que has ofendido a alguien? Déjalo estar. ¿No tienes visitas ni comentarios? Silencio absoluto sobre el tema. ¿Que admiras a alguien? Llévalo en secreto. Nunca te declares fan, eso es como admitirte inferior. Como mucho haz algún comentario aprobatorio y siempre con afán pedagógico. Sólo hay un ego que debes mimar, ¿adivinas cuál?

Lo más patético es pedir comentarios o publicitarse en las redes sociales. ¿Que tu blog no funciona solo? Sí, queda confirmado: NO eres bueno. Retírate.

3. Bruñe la expresión.

Recuerda que cada intervención es una oportunidad para brillar, no un acto de comunicación. Si lo que escribes es fácil de entender, tú serás fácil.

Da igual lo banal que sea el mensaje: tus palabras deben demandar la agudeza del lector. ¿Quieres que tu blog se convierta en el muro del Facebook?, ¿quieres que te tomen por un sujeto de inteligencia media cuando comentes? ¡No! Alguien interesante nunca es espontáneo: da giros inesperados, construye la sonoridad, toma referencias minoritarias, es críptico en el significado y ambiguo en la intención.

Si no entiendes lo que alguien interesante ha querido decir y aún así te arriesgas a comentar, hazlo de forma breve y oscura. No dejes pruebas.

4. Rompe las reglas de redacción.

Ahora que estás de vuelta deberías despreciar todas esas obviedades como poner un título que suene a título, iniciar con mayúsculas o que las frases tengan sujeto verbo y complemento. ¿Y qué decir de los párrafos? Son para becarios de periódico gratuito. Tú eres un monstruo literario sin cadenas.

Tampoco te olvides de poner tacos o expresiones soeces al lado de referencias culturales exquisitas o palabras rebuscadas. Darás un toque bukowskiano a tu despliegue cultural y dejará intuir que tienes sexo con frecuencia.

5. Oculta el esfuerzo.

El verdadero artista no trabaja. Produce sin querer, brota a chorros desde su riqueza interior y necesita un contenedor para no enloquecer. El mundo sólo le puede agradecer que comparta su don que es, al tiempo, su condena. Esfuerzo es antónimo de talento.

No hay que desarrollar los temas ni revisar. Eso quedó muy atrás: en el colegio de monjas. El genio brilla por doquier, en cada acto, hasta en las pulsaciones de la barra espaciadora. ¿Te "curras" las ilustraciones, la maquetación y los links? ¿Se nota que te esmeras en presentarlo "bonito"? ¡Vete a enseñar el blog a tu mamá!

6. Elige bien a tus amigos.

Dime con quién te enlazas y te diré quien eres. No se trata de mostrar desprecio, eso evidenciaría tu ansiedad por ser reconocido como el ente superior que eres. Simplemente no interactúes con blogueros novatos o de escasa popularidad. No eres una ONG. Si no sabes de lo que hablo, repasa las comedias de institutos norteamericanos.

7. La cortesía es para mediocres.

Sé muy consciente de tu puesto en el ránking. Cuánto más alto estés, más podrás cagar sin que te salpique. Si eres un autor incipiente, sé discreto, no presumas pero tampoco agradezcas o contestes cada comentario. Si tus lectores han dejado de ser individuos para ser una masa de visitantes es la hora del autobombo: crearás el efecto de caballo ganador. Nadie podrá reprocharte que no mantengas contacto personalizado excepto con unos pocos elegidos.

Y si logras alcanzar la cima... ¡Ataca! Eres el capo de buena parte de la bloggosfera. Es el momento de ser sanguinario con cualquier colectivo, personaje e incluso, si te retan, con otros blogs. Los pequeños son presas que te alimentan, carne de sarcasmo. A ti no te hieren sus palabras pero a ellos les fulmina las tuyas porque nunca serás prepotente sino un provocador que sabe de lo que habla. Por cada lector ofendido, ganarás diez lectores subyugados por tu oscuro poder.

8. ¿Quiere usted proponer más?

26 comentarios:

  1. ohhh, gracias por esa foto. No la conocía. No he podido leer el post porque entonces dejaba de ver la foto. Qué mirada, qué hombre.

    Por lo demás, las reglas están para saltárselas, así que me daré por satisfecha de no cumplir ninguna en mi blog :)

    ains, amo a Ray, por si alguien no lo sabe aún...

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  2. OPS, ¡mierda! Si llego a saber que iba a entrar usted hubiera elegido otra foto.

    Un Epic Fail en toda regla, sí, señor.

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  3. Vaya, ya entró la dama. Con lo divertido que habría sido que nadie comentara este post, haberlo dejado en la soledad más absoluta.

    En fin. Pues ya he llegado yo también, genio de la visualización.

    El palabro es "blesses". Pues eso, que dios le bendiga.

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  4. Primero: me gustan tus palabras introductorias de advertencia, de autocrítica, de pedir perdón de antemano, de anticipar malentendidos, et cetera. Pudiera haberme limitado en mi primer elogio a: muy bien señor, la introducción, o, aún más corto: muy bueno prefacio. Suelo ser escueto unas veces y verboso y sin decir nada otras.

    Segundo: me gusta tu sentido de humor y leo en la primera regla (no entre las líneas sino de manera directa) que eres una persona muy emocional a quien le cuesta esconder sus emociones, igual como me pasa a mí pero yo suelo exhibirlas hasta ser insoportable y sin embargo mi hermana francesa se queja de no saber lo que realmente pienso y siento.

    Tercero: seguramente sos una persona muy insegura, igual que yo. Estoy de acuerdo contigo que por todos modos y de las formas más geniales tienes que buscar y juntar lectores que no sólo comentan en tu blog sino te elogian como el mejor escritor del mundo (bloggero).

    Cuarto: estoy de acuerdo contigo: presentáte tonto para esconder tu verdadera inteligencia. Así atraerás un público refinado que mirará a través de la apariencia y percibirá en tus escritos tontos el gran artista de palabras que sos.

    Quinto: ahh, estoy de acuerdo, nunca hay que mostrar el esfuerzo del supuesto comentario espontáneo o del escrito a lo ligero...

    Sexto: los buenos amigos son imprescindibles y hay que mimarlos hasta su muerte para que no se den cuenta de que la amistad sirve un solo uso... Cállense siempre de los motivos verdaderos de la amistad!

    Séptimo: aquí diría, haz el contrario de la regla 7 y mantén contacto personal sólo con la masa silenciosa ("the silent majority"), porque así te diviertes más que manteniendo contacto con unos imbéciles que se creen reyes de la inteligencia. Hombre, cansa tanto mantenerte "a nivel" con ellos, los pretenciosos, y, además, aburre.

    Octavo: la regla de oro es... Nunca decir lo que piensas de verdad, porque la verdad no existe.

    Amigo Perplejos, fue un encanto visitar su blog por primera vez y prometo volver aquí otra vez y comentar si un futuro post tuyo sea de la misma calidad que esta.

    Le saluda atentamente, desde Amsterdam, su posible fiel lector Giovanni Zambrone

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  5. Odio a Ray Loriga.

    Ray suicídate! Genocídate! Muérete! Hazte un favor y sobre todo, haznos un favor y deja de escribir!


    FDo:
    Marica agresiva y violenta, armada hasta los dientes y con muy mala leche.

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  6. Giovanni:

    Su respuesta tiene mucha chicha y no sé por dónde empezar. Primero le agradezco el elogio pero mucho más le agradezco que se haya lanzado a corazón abierto sin conocernos de nada. Así que trataré de corresponder.

    Le advierto que me está sobreestimando. Cuando lo que escribo parece tonto es porque no he sabido hacerlo mejor. Ésa es la verdad. Y duele.

    Este blog, empezado hace poco, es un modo de hacer frente al miedo de que mi vocación sea fraudulenta. Día tras día escribir, sin pensar, escribir más, otra cosa. Quizás con el esfuerzo constante algún día pueda sentir que he logrado algo. Los halagos renuevan la esperanza de que así sea, y siento agradecimiento, pero no son un fin en sí mismo ni mucho menos.

    Está siempre presente la posibilidad de que nunca lo consiga y si descubro que esto es un camino a ninguna parte los halagos servirán de poco consuelo.

    Me doy cuenta de que este miedo es un problema. El seguro privado no financia las sesiones de terapia psicológica y como no puedo afrontar el gesto... escribo con los dientes apretados. De todos modos ya no puedo dejar de hacerlo.

    Ya ve que no hay épica en esto. Aunque no le puedo garantizar que le siga gustando mi blog, espero seguir teniendo contacto con usted.

    Un abrazo desde Madrid.

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  7. Anónimo, me parece muy cobarde por su parte escudarse en el anonimato.

    Y llámeme cuando vuelva.

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  8. Regla número ocho: sobran las advertencias como la que usted, Perplejo, ha metido al principio del post. Debe dar por sentado que sus lectores son lo bastante inteligentes como para que no haga falta explicar nada. No se justifique tanto. Y sobre todo, no les llame estúpidos, no suele gustar.

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  9. Perdón por llamarle estúpida. La verdad es que ni me he dado cuenta.

    Ahora mismo voy a escribir un párrafo en verde para advertir a los lectores de que el párrafo en rojo no tiene la intención de llamarles estúpidos.

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  10. En ningún momento me he sentido aludida, Sr. Perplejo, por mí no lo haga. Aunque, puestos así, también sobraría la aclaración de la aclaración...

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  11. Estimado Sr. Perplejos, modestamente quisiera sugerirle de agregar otra advertencia acerca de la última advertencia acerca de la advertencia:

    Por ningún motivo he querido sugerir en mi advertencia acerca de la advertencia que el aludir a "sin importar cuán inteligente sea [el lector]" implique que yo considere sería posible que algún lector no tuviese la misma inteligencia que yo, sin querer sugerir con este último que yo tuviera una inteligencia mayor al lector que se pueda sentir ofendido. Enfatizo: no es mi intención de ofender a nadie, menos al que le guste sentirse ofendido. A tal persona masoquista nunca voy a negar su derecho de sentirse ofendido por mi o cualquiera. Es un derecho innegable que podría ser adjunto como regla 9 a las reglas de oro para un blog.

    Un abrazo desde Amsterdam

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  12. Ay, Giovanni, es que en realidad debo ser un lector bastante estúpido porque muchas veces no he comprendido las intenciones del autor e incluso hubiera agradecido una clave que me las aclarara. Veo que el hecho de que yo sea limitado no es medida de nada.

    En fin, zanjemos aquí este enmarañado debate porque ese día pasó y ya me tengo que dedicar a otras entradas y a mis labores domésticas.

    Desde Madrid, nos leemos. Abrazo.

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  13. Perplejo, el limitado soy yo. No puedo escapar del poncho o abrigo ofrecido por tu esplendida entrada enriquecida con dos advertencias al lector. Mi sugerida tercera advertencia es tonta y en vez de buscar otro ángulo más divertido o inteligente, me quedé "dentro del marco"... Ahora notarás también (y antes también) que el castellano no es mi lengua materna o paterna, ni es la lengua de mis abuelos, bisabuelos o tatarabuelos. Y tienes razón, te (nos) esperan otras labores más importantes. Sin embargo, fue un gusto visitarte otra vez y ya puedes estar seguro que volveré, hasta cansarte con mis visitas. Pero ahí vale una de tus reglas de oro: no es necesario contestar a cualquier comentario.

    Un abrazo

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  14. Y yo que no agunato a Ray Lorig, y esa imagen se va a convertir desde este momento en mi musa masturbatoria. Una, que está llena de contradicciones contradictorias.

    Y ya sabe Sr. Perplejo, que adoro adoro como escribe. No es un halago, sino una verdad like a temple.

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  15. no soy la marica agresiva de más arriba, pero tampoco aguanto a Ray Lo.

    37 besos, Perp.

    (el número es una pistaza)

    (es que me da pereza registrarme para mandar comentarios)

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  16. ¡Vaya! ¡Aquí hay que ser sobradamente inteligente y además demostrarlo! Me siento demasiado perezosa para disimular que soy más lista de lo que soy. Y además observarán que respeto los espacios, las reglas, las acentuaciones, en fín...
    Suina.

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  17. Suina, sólo le voy a decir una cosa:

    ¡Un besazo!

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  18. Yo eliminaría eso de que la cortesía es para mediocres. La descortesía es lo que es para mediocres. Citemos.

    La vida no es demasiado corta como para no poner en práctica las reglas de la cortesía (Ralph Waldo Emerson, 1803-1882; escritor estadounidense).

    Y miren que no siempre coincido con este tipo, pero...

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  19. Yo eliminaría, si hablamos en serio, todos los puntos. ¡Nacho, que tú me conoces un poco!

    Estoy de acuerdo con Ralph pero trato de entender por qué es relevante la duración de la vida. ¿Por qué da tiempo a aprender a ser cortés?, ¿por que tenemos largos ratos muertos que, total, vamos a hacerlos agradables?, ¿por qué hay oportunidades para lanzarse a tumba abierta y oportunidades para ser convencionales?

    Bueno. Ya me lo explicará él cuando le vea.

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  20. Oye, no pude comentar este post en su momento porque estaba de viaje, estaba por el más allá.

    Pero nada, que me hizo mucha gracia.

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  21. Tampoco es para morirse de la risa, espero.

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  22. Dios mío ¡qué mentes! estoy impresionada...
    ¡hay que ver qué diversidad de pensamientos, de entendederas, de comprensiones, de retruécanos... dios mío. No es posible saber dónde empieza el juego y termina la realidad, la verdad de cada uno... lo que se esconde, lo que se evidencia... ¡qué vértigo! ¡qué miedo! socorro!!!!!! uff!!!! maldita cuerda floja!!!!
    maldita, maldita!!!
    Fa.
    (¿seré capaz de no volver a curiosear por este blog?. Mira que me extraña...)

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  23. ¿Qué es un retruécano?

    Lo de la cuerda floja... SÍ.

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