martes, 10 de junio de 2014

Mi primera corbata: Malevich



Es la primera vez que me pongo corbata. Nadie me ha obligado, he aceptado la corbata una noche de verano, aleatoria; de camino al trabajo, pasando por un H&M. El nudo me lo ha hecho un compañero. Otro compañero me lo ha subido y apretado. Otro compañero me ha enseñado a meter la tira delgada dentro de la gruesa. Y otra compañera ha opinado que negro sobre negro, no. A mí me gusta, le dije, me recuerda a Malevich y sus cosas suprematistas.
¿Camisa blanca y corbata blanca?
Estilismo con mayor intencionalidad.

Me han dicho que estoy guapo aunque yo sé que antes ligaba más con camiseta ajustada. De todos modos he sentido que me daban la bienvenida al mundo de la madurez. Qué fiesta. Qué bajón. Qué hermoso. Qué alienante.

¿A partir de los treinta y pico es más sensato aspirar a ser elegante que atractivo?

Puedes responderme aquí abajo. En serio, ya no está de moda comentar pero me haría ilusión.

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