Acabo de ir a una tienda de electrónica a comprar un adaptador de MicroSIM a SIM normal. He dudado en el mostrador; no sabía si era lo que necesitaba. Ante la impaciencia de la dependienta me he decantado por comprar. "¿Seguro?", me ha preguntado. "Sí", he dicho yo. La chica vuelve de la trastienda con el aparato, teclea los datos de la factura en el ordenador y al momento de pagar me he arrepentido de la compra. La cara de la dependienta denotaba homicidio. Mi reacción inmediata ha sido decir: "¡Pero eres muy guapa!"
¡Pero eres muy guapa!
Analicemos ese PERO.
¡PERO eres muy guapa!
En mi defensa debo decir que la dependienta sonrió...