martes, 3 de septiembre de 2013

Origen de la perplejidad


Mi sobrenombre, "perplejo", cayó por casualidad hace diez años. No sería correcto decir que lo busqué o lo escogí, sólo lo fui repitiendo sin demasiada convicción. "Perplejo" no es una palabra para nombrar a nadie, ¿verdad? La inercia y la repetición fueron transformando su naturaleza de adjetivo ramplón. Cuando leo en un libro la palabra "perplejo" me causa la misma impresión que ver mi nombre de pila. Ahora los amigos me llaman "Perple" con total naturalidad. Así que no hay vuelta atrás, el nombre propio está acuñado.

Aún así me han entrando las dudas de si había elegido bien el nombre del blog, ¡y de mí mismo! He revisado sus orígenes etimológicos.

Un extracto:

Se ha dicho que este término es una alusión metafórica al hecho de que la perplejidad es una especie de nudo intelectual, como el enredo sugerido por plectere.

Estoy contento por llamarme así aunque no estoy tan contento de ser así. O sí. Depende.

Tengo curiosidad, dígame, ¿se ha sobrenombrado usted?

4 comentarios:

  1. Pues sí, Perplejo, he aquí un Diablo, del latín diabolo.

    ¡Bienvenido a la blogosfera!

    ResponderEliminar
  2. ¿¡Diablo!?

    AHHHHHH!!!, ¡Un comentario!

    ¿Quién es usted?, ¿quien le envía?, ¿quiere hacerme daño?

    ResponderEliminar
  3. Bueno, yo soy LastChild, de fácil traducción e interpretacion. Y lo he sido desde que tengo uso de correo electrónico. Es decir, unos 12 años aproximadamente. Así que más que un sobrenombre es casi una identidad.
    Last para abreviar.

    ResponderEliminar
  4. Le llamaré Last. Me resulta más campechano.

    ResponderEliminar